viernes, 10 de junio de 2011

Un espejo roto son mil pedazos de vida.

- La deseaste, ¿por qué no la tomas ahora que puedes? – dijo su reflejo en aquel espejo.
- No debo, las cosas no son así. – respondió el chico.
- ¿No son así?, cuando alguien quiere algo y se lo ofrecen lo toma. – continuó el reflejo.
- ¿Quién dijo que yo la quiera?. – espetó el joven.
Tras un segundo en silencio el reflejo habló de nuevo:
- Hace unos días deseaste besarla antes de que se fuera, deseaste que ese calor que ardía dentro de ti superara el frío ambiente y tus labios se juntaran con los suyos. -
- Eso no quiere decir nada. – negaba con la cabeza el joven.
- No entiendo, ella te quiere, tú la quieres, no lo entiendo. – decía incomprensible el reflejo del espejo.
- No se si la quiero, no quiero planteármelo. – aclaró el joven.
- Cómo puede ser eso si el otro día la deseabas. -
El silencio se hizo presente hasta que las palabras del chico lo resquebrajaron:
- El mundo del amor no es mi mundo. A veces pueden aparecer destellos confusos de ese mundo simplemente por la necesidad de seguir sintiéndome humano, pero no dejaré que vayan a más. No soy capaz de poder dar a una sola persona todo mi atención, de ser y estar solo para una persona y eso es necesario en ese mundo de sentimientos. -
Ahora solo hablaba el joven mientras su reflejo en el espejo enmudecía ante tales palabras.
- Además, nunca quise hacer daño a nadie y menos a ella, no se lo merece. Dar un paso más sería jugar con ella pues no conozco ese mundo ni se si lo que me hace sentir es cierto o simplemente otro intento más de dicho mundo de despertar a mi corazón. No podría jugar con ella, con las ilusiones, para después romper su corazón o que las cosas fueran diferentes, no podría. -
- Así nunca podrás amar a nadie, ese riesgo siempre se debe correr. – indicó el reflejo.
- Así me aseguro que no dañaré a nadie. – dijo el joven.
- Pero tú tampoco llegarás a ser feliz nunca, nunca sabrás qué es el amor ni...-
- No me importa, - interrumpió el chico a su reflejo – hasta ahora he sabido vivir con ello, y me importa más no romper nunca su felicidad. -
- Eres raro ¿lo sabes? – dijo el reflejo.
- ¿Por no disfrutar de un segundo de alegría por si acaso luego viene la tristeza? ¿Por no mirar por mi y mirar por ella?,..., entonces puede que lo sea. – afirmó el joven.
- Pero no sabes qué es lo que ella quiere, si ella querría que jugaras con ella, si ella querría dar un paso más,... Si su felicidad dependiera de intentar dar ese paso, se la estarías arrebatando. – el reflejo continuaba sin comprender.
- Tal vez, pero sé que su felicidad no pasa por ello. Así que prefiero seguir con mi soledad en este mundo a conocer ese otro mundo sembrando tristeza. – dijo el chico.
- ¿Y qué hay de tu dolor? -

El joven acalló al reflejo asestando un puñetazo al cristal que se hizo añicos. La sangre no tardo en aflorar por su mano dañada por los añicos del espejo. Un pequeño susurro salió de su boca 
“hace tiempo que dejé de sentir dolor, mi dolor es diferente y ya es parte de mi”.

greg_house_jm fotolog.

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